
Vol.7 No.1 (2023): Journal Scientific Investigar ISSN: 2588–0659
https://doi.org/10.56048/MQR20225.7.1.2023.2680-2700
Vol.7-N° 1, 2023, pp. 2680-2700 Journal Scientific MQRInvestigar
necesario profundizar en sus características y propiedades. Los gránulos de almidón de yuca
son redondos, con un extremo truncado y un hilio bien definido, y oscilan en tamaño entre 5
y 35 μm. El patrón de difracción de rayos X del almidón de yuca es de tipo A, y su contenido
en proteínas y lípidos es muy bajo (inferior al 0,2%), por lo que no debería formarse
complejos de amilosa con lípidos en el almidón nativo.
Según Rodríguez et al. (2022), en la fabricación de biopolímeros a partir de yuca, se emplean
métodos como la gelatinización, que implica calentar los gránulos de almidón a una
temperatura entre 60 y 70 °C para que se inflen y aumenten de volumen. Los almidones se
pueden clasificar en nativos, que no han sufrido cambios químicos durante su obtención, y
modificados, que sí han sido modificados químicamente. Para Aldana et al. (2020), la
glicerina es uno de los ingredientes más utilizados en la fabricación de biopolímeros debido
a sus propiedades plastificantes, que mejoran la flexibilidad y la resistencia a la rotura del
material. La glicerina es incolora, inodora, higroscópica y dulce, y se disuelve en agua. A
esto Bernedos y Palomino (2020), dicen que también es estable y compatible con otros
materiales. Es importante tener cuidado con la combustión de la glicerina, ya que puede
generar gases tóxicos si se calienta por encima de cierta temperatura.
La capacidad de los productos obtenidos a partir de polímeros biodegradables se relaciona
con diversas propiedades mecánicas, funcionales y físicas, como la resistencia a la tensión,
elongación a la rotura, barrera al vapor de agua, oxígeno y dióxido de carbono, opacidad y
color. Muchos almidones de yuca, extraídos de cultivos sudamericanos se han utilizado para
desarrollar películas biodegradables utilizando glicerol en una proporción de 2:5, y se han
evaluado las propiedades mecánicas de cada tratamiento. La formulación basada en almidón
de yuca demostró tener altos valores de elongación a la rotura, y sus propiedades mecánicas
dependieron de la fuente de almidón seleccionada.
Se han agregado materiales de relleno y refuerzo, como celulosa, gomas y polímeros
derivados de plantas y animales, para mejorar la biodegradabilidad, elasticidad, rigidez y
resistencia del material. Al mezclar diferentes elementos con el almidón de yuca, se han
creado láminas parecidas a las obtenidas de los hidrocarburos. De acuerdo con Riera (2018),
los estudios realizados para obtener biopolímeros a partir del almidón de yuca han
demostrado que los polímeros biodegradables presentan mejores propiedades mecánicas.
Se han realizado estudios para obtener biopolímeros a partir del almidón de yuca para su uso
como material biodegradable. Estos biopolímeros se obtienen mediante la modificación del
almidón de yuca, teniendo en cuenta las especificaciones generales de cada estudio, como
por ejemplo el porcentaje de ácido acético al 5%. El resultado es un polímero con un 61,76%
de amilosa y un 38,28% de amilopectina. Las pruebas de elongación y tracción realizadas
demostraron que los biopolímeros presentan una mejor propiedad mecánica. Zavaleta (2019)
utilizo aditivos como Chitosan y Xanthan en diferentes proporciones para mejorar las
propiedades mecánicas y textura del material, logrando elaborar láminas poliméricas a las
que realizó pruebas de elongación y tracción, obteniéndose valores entre el 33% y 8,47 N,